La reconocida crítica de vinos y Master of Wine, Jancis Robinson, escribió un artículo para el prestigioso periódico Financial Times titulado “Who says Chilean wine is cheap and cheerful?” donde destacó el trabajo que ha realizado Chile en los últimos años para posicionarse como referente de calidad en la industria vitivinícola, dejando en el pasado la percepción de ser vinos “baratos y alegres”.

En el artículo, Jancis Robison resaltó una cata organizada en Londres de 53 botellas chilenas degustadas por los expertos y Masters of Wines, Peter Richards y Susie Barrie, donde los vinos de la bodega familiar De Martino fueron protagonistas, reafirmando la calidad y diversidad de la oferta chilena.

En específico se trata del Single Vineyard Alto de Piedras Carmenere 2021, de Isla de Maipo en el Valle del Maipo y del Old Vine Series Las Olvidadas 2022, una mezcla de las cepas País y San Francisco, originarias de Guarilihue, en el Valle del Itata.

“De color carmesí intenso. Entrada en boca muy dulce. Su sabor recuerda más a un Merlot completamente maduro que a un Carmenère, ¡y eso es un cumplido! Persistente e interesante”, dijo Jancis Robison sobre el Alto de Piedras 2021.

Sobre Las Olvidadas 2022, aseguró que es de un color “carmesí transparente” y que es un vino “bien equilibrado”. “Elevado y realmente interesante, siempre y cuando no se exija un color intenso ni concentración. Gran impacto y gran equilibrio”, concluyó.

Además, subrayó la consolidación que ha tenido la viña De Martino como un referente en la industria por “recuperar viñedos históricos” y producir vinos que expresan la “identidad única del terroir chileno”.

Las razones del posicionamiento del vino chileno en el mundo

Con un crecimiento sostenido en los mercados internacionales, para Jancis Robison el país se ha consolidado como el cuarto mayor exportador de vino a nivel mundial, superando a Australia y fortaleciendo su presencia en mercados clave como China, Reino Unido y Estados Unidos.

Para la Master of Wine, el posicionamiento de Chile en el mercado internacional demuestra que el país no solo es un productor de vinos accesibles, sino también de etiquetas premium que compiten con las mejores del mundo. La combinación de terroirs excepcionales, innovación en la producción y una creciente reputación en mercados exigentes han llevado a los vinos chilenos a una nueva era de reconocimiento y éxito global.